Empieza un nuevo año y vuelven nuestros rituales favoritos: la cuenta regresiva, las doce uvas, los infaltables propósitos de año nuevo. Nos sentimos con renovadas energías para probar cosas nuevas o retomar actividades que nos acerquen hacia nuestros sueños ¿Deberías incluir el yoga en esa lista de actividades que te acercarán a tu mejor versión? Sigue leyendo para descubrirlo.
No es solo físico: es una práctica integral
Muchas veces nos interesa el yoga por los beneficios que trae a nuestro cuerpo físico: mayor flexibilidad, disminución del dolor, incremento en la fuerza.
Sin embargo, el yoga es una práctica integral que trabaja nuestro cuerpo, mente y energía. Sí, ganarás más flexibilidad, pero también sentirás más calma en tu día a día, conectarás con tu creatividad y te sentirás en paz contigo misma.
Uno de los beneficios que más nos gusta del yoga es cómo mejora nuestra calidad de vida en las pequeñas interacciones y momentos de nuestro día a día.
Esto es porque la práctica de yoga trabaja nuestros cinco koshas o "capas" de nuestro ser. Puede sonar un poco extraño, pero con la práctica lo experimentarás por ti mismo.
Es un excelente acompañante en procesos de sanación y recuperación
Estudios científicos preliminares demuestran que la práctica de yoga es un excelente acompañante para terapias psicológicas y fisioterapias. Guiada de manera adecuada, el yoga disminuye el tiempo de recuperación de lesiones e incluso puede ayudar a disminuir dolores crónicos como el causado por la lumbalgia.
Ha demostrado disminuir síntomas de fibromialgia, artritis y artrosis, síndrome pre menstrual, síntomas de menopausia e incluso de ansiedad y depresión.
Al ser una práctica completamente personalizable en la que cada uno va a su propio ritmo, es una excelente alternativa para personas que quieren empezar a mover el cuerpo después de alguna lesión, accidente o largos periodos sin actividad física.
Te recomendamos practicar al menos dos veces por semana durante dos meses para experimentar estos beneficios. Recuerda siempre consultarlo con tu médico y avisarle si vas a acompañar un tratamiento médico tradicional con una práctica de yoga.
Se adapta a ti y te acompaña en diferentes etapas de tu vida
No podemos hablar por todos los profes de yoga, pero nos alegra asegurarte que nuestra propuesta de clases de yoga busca empoderarte para que puedas tomar las mejores decisiones para tu bienestar.
¿Qué significa que la práctica siempre sea personalizable? Creemos que en vez de forzar al cuerpo a entrar a determinada postura podemos adaptar la postura a las posibilidades de cada cuerpo. Así, todos podemos hacer todo. En cada clase te daremos opciones únicas para ti, para que vayas paso a paso, evitando lesiones y permitiéndote disfrutar del proceso.
Además, tenemos diferentes estilos. Hay clases más activas, que nos hacen sudar y sentir músculos que nunca habíamos sentido. Hay clases mixtas, que combinan acción y entrega. Y hay clases completamente relajantes que más parecen la hora de la siesta. Esta versatilidad te permite construir una práctica constante, en la que cada día le des a tu cuerpo-mente-energía lo que necesiten.
¿Cómo implementar la práctica de yoga a tu rutina?
Como has visto, la práctica de yoga es más que un momento de hacer ejercicio. Es una poderosa herramienta que nos puede acompañar a lo largo de diferentes procesos, conectando cuerpo, mente y energía para mejorar nuestra calidad de vida.
Estas son nuestras recomendaciones para implementarlo en tu día a día:
Dedícale al menos una hora al día, dos veces por semana, durante cuatro semanas
Prueba algunas clases hasta que encuentres un estilo o profe que te encante
Suelta los juicios y comparaciones. Permítete disfrutar el ir lento gozando del proceso.
¿Listo para empezar?
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Cualquier consulta no dudes en escribirnos.
¡Feliz inicio de año!
Gabi de Nasce
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